Revista General de Marina, marzo de 2009. Los recientes y frecuentes actos de piratería en el Cuerno de África han alcanzado tal entidad, que han forzado a una actuación internacional, esperemos que suficientemente contundente, materializada en la Operación “Atalanta”, para proporcionar protección al tráfico marítimo, y conseguir la disuasión y, quizás, la represión de los piratas. La piratería no es una pretérita actividad delictiva nimbada por un romántico halo, sino, y aunque el gran público lo ignore, una realidad cotidiana en determinadas aguas, trágica y peligrosa. La represión de la piratería conlleva complejos problemas jurídicos, particularmente para España, pues, de forma incomprensible, en nuestra Patria se ha destipificado la piratería como delito; esperemos que, cuanto antes, se corrija tan absurda medida. La diversidad de las reglas de enfrentamiento (ROES) de las diferentes marinas de guerra participantes y el hecho de que buena parte las aguas en las que se lleva a cabo la operación pertenecen a Somalia, paradigma del “estado fallido”, no hacen sino incrementar la complejidad de la operación y de los problemas que en su desarrollo van surgiendo. La Revista General de Marina, en el número que comentamos, aborda extensamente este fenómeno. Así publica varios artículos al respecto: “La vuelta de la piratería marítima”, por el capitán de fragata de la Marina de Guerra Portuguesa Henrique Peryroteo Portela Guedes; “La piratería en el Cuerno de África”, del capitán de fragata Eugenio Díaz del Río Jáudenes; “Cuestiones jurídicas de la piratería en la mar”, del que es autor en teniente auditor Abraham Martínez Alcañiz; “Los derechos del detenido en caso de apresamiento de buque pirata en alta mar”, por el alférez de fragata (RV) y profesor de Derecho Constitucional Alberto Oheling de los Reyes; y “Análisis sobre el establecimiento de una estructura NCAGS ante la amenaza de la piratería en aguas próximas a Somalia”, del alférez de fragata (RV) y capitán de la Marina Mercante Amador Castro Pereira. Nos encontramos, sin duda, ante la aportación mas amplia y rigurosa de entre las publicadas desde el desencadenamiento de la operación “Atalanta”. Conviene ahora recordar, que el director de esta revista, viene, desde hace años, (y sin mucho éxito), llamando la atención sobre la importancia del problema creado por la piratería marítima y proponiendo la tipificación como delito de la misma en nuestro Código Penal, del que salió en 1995, repetimos, de forma incomprensible.
Desde esta líneas deseamos, una vez mas, los mayores éxitos a las dotaciones de nuestras unidades destacadas en la zona de operaciones: fragata “Numancia”, petrolero “Marqués de la Ensenada” y avión P-3 “Orión”.
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