Las terribles imágenes del teniente jordano quemado vivo trasladan un ethos ajeno, radicalmente distinto, en cuanto pulveriza barreras infranqueables en el pensamiento occidental. Ardua, muy compleja tarea combatir la irracionalidad en estado puro. Las reglas a seguir, tarde o temprano, arriesgan una crisis, en la que lo menos grave sería su flexibilización. Las contradicciones de siempre en la preceptiva autocontención, pero exacerbadas al límite.
La ilusión sobre un progreso permanente en lo material y hasta en lo moral, forjada desde diferentes perspectivas en el troquel decimonónico, una vez superados los grandes conflictos del siglo XX, topa con fenómenos y acontecimientos que enturbian el horizonte de libertad y prosperidad que auguraban los avances técnicos y la aparente victoria de los valores democráticos en 1989.
FUKUYAMA no pudo prever el encadenamiento de desastres iniciado el 11 de septiembre de 2001. Y el zeitgeist, el espíritu del tiempo, a este lado de la colina, no ayuda. Titubeos y muestras de agotamiento que facilitan la acechanza de riesgos de variado pelaje, a un margen y otro de la valla. Aunque Europa, en particular, con sus más y sus menos, continúa siendo un proyecto atractivo, a pesar o, mejor, precisamente, por las presiones que le puedan llegar del este y del sur.
En esta tesitura, la estructura de seguridad común resulta imprescindible. En ella el vínculo trasatlántico sigue siendo garantía y ofrece muchas más ventajas que inconvenientes, aún las normales divergencias entre socios. Al hilo de la actualidad, Minsk II ofrece una salida en principio razonable, sin descartar posibles recrudecimientos periódicos en el área en conflicto. Es de todo punto sensato no perder de vista donde están los verdaderos peligros y con quien merece la pena lograr equilibrios, sin descartar imaginativos procesos de finlandización que a todos satisfagan.
Pero la reflexión hemos de procurar vuele más lejos. Como señalaba BRAUDEL, cuanto mas conscientes seamos de nuestras limitaciones, mayor poder tendremos para influir en lo que puede resultar de ellas. Esas limitaciones, por desgracia, se tenga por mucho o por poco conjurada la crisis económica, están en la demografía y en los valores, dos planos cuya sinergia siempre propició mutaciones sistémicas en la historia de la humanidad.
Por último, recordar que el día 5 de marzo concluye la vacatio legis de la nueva Ley Orgánica de Régimen Disciplinario para las Fuerzas Armadas. Confiemos en una aplicación y vigencia que redunden en el bien del servicio y buen régimen de nuestros Ejércitos. Continúa la tramitación parlamentaria del proyecto de Código Penal Militar y estaremos atentos a la de la Ley de Seguridad Nacional, en cuanto pudiera contemplar mecanismos de movilización, sobre cuyo vacío legal hemos alertado en diferentes ocasiones.
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