Tras veinte años coordinando la Revista Jurídica Militar, quien suscribe estas líneas cede los trastos. Un tiempo tan dilatado es más que suficiente y prolongarlo quizá fuera, como poco, un exceso cuando nuestra publicación hace mucho se consolidó en nuestro ámbito de atención preferente.
Sin duda, quien ahora asuma la dirección renovará la revista, adrizando la nave en lo que resulte necesario. Queda en la nube digital lo que hasta la hora presente hemos divulgado en aras al mayor beneficio para la institución militar, siempre con modestia, pero sin abdicar de convicciones esenciales.
Muchas gracias a todos, en particular a nuestros pacientes lectores y también a los colaboradores, permanentes o externos, que se han sucedido en este largo periodo, ejemplo de generosidad y rigor en su labor, un equipo a todas luces extraordinario. Seguiremos en el mismo barco, el que navega a favor de cuanto coadyuve al interés nacional de España.