En 1628, y en su primera navegación, el buque insignia sueco de 64 cañones "Wasa" se hunde al volcar en cuanto se izaron las velas. Casi cinco décadas después, en 1675, el almirante sueco LORENTZ CREUTZ se dirige a la dotación del también buque insignia "Kronan": "En el nombre de Jesucristo, aseguraos de que los mandiletes estén cerrados para que al virar no suframos el mismo destino que el <Wasa>". Los mandiletes de las troneras no se habían cerrado y el buque se hunde. Se dice que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. En el "18 de Brumario de Luis Bonaparte", MARX afirma que la historia se repite como farsa, tras una primera manifestación como tragedia. Lo malo es que esa farsa con frecuencia adquiere tintes trágicos.
ROBERT KAGAN, para sus detractores un burdo simplificador, para sus defensores un fino analista, en su reciente "El retorno de la historia y el fin de los sueños", alerta sobre el auge de autocracias que empañan la visión optimista sobre el triunfo de la libertad y del modelo occidental a escala planetaria. Si a ello aparejamos la crisis financiera internacional con las subsiguientes tomas de control por parte de los llamados fondos soberanos, la proliferación de Estados fallidos y las alianzas que, formal o implicitamente, ligan Estados autocráticos o neototalitarios y elementos nada recomendables, es obligado el replanteamiento de la prospectiva estratégica.
Se ha teorizado sobre la guerra asimétrica como circunstancia que haría cambiar radicalmente la organización militar. Lo antes reseñado tamiza esa consideración. Más bien parece que los imperativos de la proyección de fuerzas y del protagonismo de la información y de las fuerzas especiales no deban justificar bajar la guardia en los dispositivos, despliegues y sistemas de armas de perfiles más convencionales. Las amenazas potenciales no sólo son las de naturaleza proteica que ahora ostentan mayor protagonismo, pueden reproducirse situaciones que se creian desterradas, una vuelta a tensiones pretéritas en combinación con fenómenos nuevos. Un escenario más que inquietante que requiere previsiones y respuestas inteligentes.
En el peor contexto posible, con incluso los sistemas democráticos en regresión, el Derecho, como cauce para racionalizar y humanizar conductas y conflictos, entraría inevitablemente en crisis. Desde la conciencia cabal de los factores en juego, la mejor prevención deberá apoyarse en una disuasión creible y diversificada, así como en la cohesión de cuantos comparten los valores de la libertad. La aparente recomposición de la política exterior francesa y los nombramientos en el ámbito de la seguridad anunciados al otro lado del Atlántico parecen apuntar en una buena dirección, también la relativa prontitud con que Naciones Unidas ha afrontado la inseguridad en las aguas próximas a Somalia a iniciativa de los afectados. Pero en todo caso sólo datos aislados en tiempos que se auguran de gran complejidad y en los que la reflexión histórica puede y debe ayudar a actuar con las cautelas precisas. Posiblemente, el 2009 aporte acontecimientos significativos.