Dadas las singulares características de los conflictos asimétricos, cabe preguntarse si los conocidos conceptos que desgranó KARL VON CLAUSEWITZ en el clásico "De la guerra" continuan vigentes: "Fricción" (proceso o circunstancia que lastra los planes operacionales mejor elaborados); "Niebla de la guerra" (la incertidumbre consustancial a cualquier empresa militar); "Ventaja de la defensa" (una fuerza inferior en número puede triunfar frente a un ejército más poderoso); y "Punto culminante" (un ejército puede fracasar cuando, tras el éxito inicial, persigue objetivos inalcanzables).
Va de suyo que los dos primeros conceptos nunca pierden vigencia, se trate de una modalidad de conflicto convencional o no, por estar ligados a las contingencias inopinadas y a la incertidumbre de toda acción humana. Ahora bien, la "ventaja de la defensa", puede tener efectividad en conflictos proteicos o de baja intensidad, incluso a corto plazo, si el contingente superior no está dispuesto a asumir un determinado nivel de bajas (Somalia 1992). Pero si se opta por persistir en la intervención y se arbitran soluciones flexibles, con incluso pactos limitados (estrategia PETRAEUS en Irak), será soslayada con relativa facilidad.
El "punto culminante", tan ligado a los anteriores conceptos, ofrece mayores problemas aplicativos ante los nuevos retos. Cierto es que siempre ha sido sumamente complejo saber cuando hay que embridar un éxito inicial, parar una ofensiva en el momento justo, pero en un conflicto asimétrico puede que lo sea aún más. Un enemigo las mas de las veces invisible, nunca ajustado a las reglas mas elementales de la guerra, que utiliza medios pérfidos de combate, y en entornos sociales en gran medida favorables a sus actividades, en nada facilita el conocimiento de cuando se produce el giro favorable y es posible el abandono con garantías del escenario en conflicto. De ahí la importancia redoblada de la información, las fuerzas especiales y de una cierta cultura de la transacción y el compromiso con facciones en liza. La renovada estrategia "Af-Pak" no es un mero reforzamiento de los medios (que también), introduce elementos que tan buenos frutos han dado en Irak.
En todo caso, para vislumbrar ese "punto culminante", se requiere plena voluntad y convicción operativas, esto es, partiendo del despligue preciso de capacidades, desarrollar dinámicamente las misiones atribuidas, mas allá de una esteril y costosa presencia pasiva, que no exonera de riesgos y además espolea a un adversario carente de escrúpulos y que sabe perfectamente lo que quiere. Si se permite el símil náutico, no es lo mismo bornear que navegar.
Descendiendo, siquiera esquemáticamente, a los aspectos jurídicos a considerar, no estaría de más reflexionar sobre cuales serían las reglas de enfrentamiento adecuadas, su repercusión en criterios de proporcionalidad acomodados a las circunstancias, la extensión de la jurisdicción militar a supuestos que ahora no le son atribuidos y la introducción de instrumentos propios de la "justice under fire". Los nuevos retos inciden también, como no puede ser de otra manera, en el Derecho Militar.
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