El pasado jueves 20 de octubre celebramos la tercera Jornada patrocinada por esta Revista, con el título DERECHO MILITAR, presente y futuro.
En El Club Zayas de Madrid se dieron cita una multitud de interesados en nuestra materia, a los que damos agradecido reconocimiento por su asistencia.
Comenzó el acto con la presentación del Director de la Revista José Antonio Fernández Rodera que hizo mención a la antigüedad y relevancia del Cuerpo Jurídico Militar ciando al Primer Duque de Alba y su famosa frase "estoy manco sin mi auditor" cuando reseñaba al Rey las vicisitudes de sus campañas. Entrando en materia, y poniendo en suerte la Jornada, para el Director "si hubiéramos hecho esta reflexión hace treinta años, pensaríamos que el derecho militar tenía un buen presente con un futuro complejo; sin embargo, hoy diríamos que el presente es discreto y el futuro halagüeño...".
Presentó a los dos ponentes del acto los Generales Auditores José Luis Poyato y Jesús Bello. En ambos casos con reconocimiento a su exitosa carrera profesional que les ha conducido al vértice de la profesión.
Los ponentes se repartieron la disertación dividiendo el análisis entre la función asesora y la jurisdiccional.
Comenzó en el uso de la palabra el General Poyato, Asesor Jurídico General del Ministerio de defensa; para quien hoy en día es raro el mando que no desee tener a su lado el consejo de un auditor, como ya requería el Duque de Alba en la mentada carta. Obviamente porque todos los mandos están sometidos al imperio de la Ley, pero, además, porque la propia Ley lo exige en materias como la disciplinaria, contratación o el derecho de conflictos.
Destacó la importancia del principio de independencia, en su relación con la Institución castrense y su necesaria organización jerárquica. Dejó en el aire la pregunta de si en el ámbito de la asesoría sería posible la sanción disciplinaria cuando el asesor ha discrepado del criterio del superior aconsejado. En este punto recalcó la necesidad de contar con un futuro Estatuto del Cuerpo, en línea con el que tienen otros cuerpos asesores como la Abogacía del Estado.
En su conclusión, el futuro del Cuerpo le parece, cuando menos ilusionante.
A continuación tomó la palabra el General Bello, Fiscal Togado Militar en la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo. Le correspondió la tarea de disertar sobre el ámbito jurisdiccional.
Tras hacer una referencia al marco legislativo vigente, colocó el punto neurálgico de la evolución reciente de la jurisdicción militar en la supresión del servicio militar obligatorio. Mientras en 1991 se tramitaron 3213 procedimientos para perseguir delitos relacionados con el servicio militar, la cifra se vio reducida a 1000 procedimientos al año siguiente, que es la mantenida en la actualidad. De ellos, el 65 % son diligencias preparatorias sobre abandono de destino y deserción.
El resto de procedimientos son sumarios y el 75 % se concentran en seis tipos: insulto, desobediencia, abuso de autoridad, deslealtad y delitos contra la Hacienda Militar.
En el orden contencioso militar, se mantienen estables unos 300 procedimientos anuales, desde hace más de quince años.
Sobre las necesarias reformas legislativas pendientes destacó la necesidad de acomodar el Código Penal Militar al nuevo Código Penal, del que es complementario. Entre otras propuestas, sugirió las siguientes:
- Aclarar el adverbio "injustificadamente" del delito de abandono, que tantas polémicas jurisprudenciales provoca;
- Modificar la pena del delito de deserción, ahora de 2 años y cuatro meses, cuya justificación estuvo en la leva obligatoria, hoy suprimida;
- Regular mejor las conductas contra la libertad sexual en las Fuerzas Armadas, que se tramitan hoy dentro de los tratos degradantes de manera forzada al carecer de un tipo específico;
- reordenar los delitos contra la Hacienda Militar, porque el bien jurídico protegido es el patrimonio y no la Hacienda;
- incorporar al Código Penal Militar tipos del Código Común cuando sean cometidos por militar como por ejemplo el maltrato entre iguales, delitos contra la salud pública, robo de bienes privativos, etc.;
- incorporar los delitos contra la Administración de Justicia en el ámbito de la jurisdicción militar.
En el terreno procesal, consideró imprescindible implantar la segunda instancia, para cumplir las resoluciones contra España dictadas por el TEDH y adecuar el procedimiento contencioso disciplinario al nuevo proceso administrativo. A tal fin, anunció que se había constituido un grupo de expertos hace veinte días para preparar las reformas.
En el turno de coloquio intervino en primer lugar Alfonso Barrada que planteó dos cuestiones: ¿por que no se establecía la defensa en juicio de la Administración por miembros del Cuerpo? y ¿el motivo de mantener la competencia del Tribunal Supremo sobre las faltas leves?
El General Poyato contestó que la asesoría a la Administración contaba con la oposición de la Abogacía del Estado; aunque tampoco aparecían demasiados voluntarios dentro del Cuerpo cuando se había producido esta contingencia.
Respecto a las faltas leves, para el General Bello quizás sería lo lógico cambiar la competencia, incluso en comisiones sobre la reforma se había planteado.
En un nuevo turno de preguntas Juan Martínez Núñez resaltó la importancia de las nuevas misiones internacionales con sus nuevas funciones de apoyo, mediación, estabilización y formación postconflicto en la aplicación del imperio de la ley. Desde el punto de vista del mando, resalto la necesidad de contar con la ayuda jurídico-militar en estas tareas.
El General Poyato se mostró de acuerdo, aunque expresando las limitaciones propias de un Cuerpo con 320 miembros únicamente.
Por último, el Comandante Palacios, desde su experiencia destinado en el Cuartel de la OTAN de Retamares o en misiones en Irak, intervino para anotar que quizás el Cuerpo se esté quedando atrás en la presencia dentro de los Cuarteles Generales Internacionales.
Para el General Poyatos, hay una asignatura pendiente en fomentar el uso de idiomas, fundamentalmente inglés, para que esa presencia pudiera ser mayor en línea como se ha realizado el los Cuerpos de Armas. Sin duda es un camino a fortalecer.
Y, después de estas interesantes intervenciones, se levantó el acto, no sin citarnos para una próxima edición de estas Jornadas de la Revista Jurídica Militar.
Reseña por José Guilló Sánchez-Galiano (Director paraprofesionales.com)