En las sociedades desarrolladas, lo que algunos denominan "cadena de la fe" parece haberse interrumpido hace tiempo. La transmisión generacional ha quebrado y la tradición, decantada en cultura religiosa, ha perdido la pujanza de otrora. En particular, la fe cristiana venia facilitada por un troquel social, ahora cada vez más mermado. Por eso, desde ámbitos eclesiales se sugiere la promoción de experiencias de fe, como complemento a la vivencia de siempre, y, en otro plano, una "nueva evangelización". Desde distinta perspectiva, la interacción entre razón y fe, tan brillantemente reivindicada por el Papa saliente, se ve afectada en contexto semejante, justificando esas propuestas.
Dicho esto, tan aparentemente alejado de cuanto resulta consustancial a nuestra publicación, podemos hacer una traslación a la significación de la vocación y el espíritu militares en la España actual. Pocas dudas cabe albergar sobre la realidad de las pautas sociales imperantes, que ofrecen escasa ayuda al efecto. Su marcado relativismo convierte en productos ajenos a lo "cool" el patriotismo, el espíritu de sacrificio, la disciplina o la veneración de los símbolos, que en gran medida constituyen elementos de fe en el mundo castrense. Pues bien, en ese sentido, el hilo histórico, la cadena de transmisión de valores, ya no funciona como antes y el reforzamiento de mecanismos de experiencia, como forja de razón o convencimiento, adquiere protagonismo relevante, por no decir imprescindible.
Es la apertura a la sociedad civil, mostrando capacidades y explicando fines, el fomento de la llamada "cultura de defensa", a través de visitas, cursos e intercambios profesionales, la necesaria visibilidad, que tan bien manejan, sin atisbo alguno de militarismo, paises de nuestro entorno...Todo esto resulta especialmente acuciante en España, en atención a sus singulares condicionantes institucionales y educativos. Inevitable recordar, como en tantas otras ocasiones, las "operation warrior" y "operation proud", en su momento de tan fructífero efecto en EEUU. Aunque llegaban a terreno propicio.
En otro orden de cosas, libro muy interesante "La paz imposible (los intentos de paz en la independencia de América)", de IÑIGO MORENO DE ARTEAGA, Marqués de Laserna, con prólogo de HUGO O´DONNELL, una aproximación exhaustiva a todos los intentos dirigidos a conjurar la independencia de la América hispana en los albores del siglo XIX, que a la postre resultaron baldíos, fueran políticos, diplomáticos o militares. Una desafortunada concatenación de circunstancias funestas que desemboca en lo que era impensable pocos años antes. España lidia con una parte de las élites locales, con todas las trazas de contienda civil, más que colonial o internacional, como bien han dibujado, desde orientaciones muy diferentes, los conocidos libros de ULLATE FABO y LUCENA GIRALDO, publicados en 2009 y 2010, al calor del segundo centenario de los procesos de emancipación.
Irresistible resulta referir que en determinado momento el libro comentado refleja la inquietud en proporcionar un Auditor, "de carácter y graduación", a la expedición de MORILLO. En nuestra tradición bélica, la milicia y el Derecho siempre procuraron ir de la mano.
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