El 13 de mayo se celebró el 175 aniversario de la fundación de la Guardia
Civil, con la solemnidad que el acontecimiento merecía, cuyo acto central fue
presidido por SM el Rey. En el conjunto de la Historia, 175 años no son nada más
que una brizna, pero resulta curioso que en el observador se produce la
sensación de que la Benemérita ha estado entre nosotros desde hace mucho más
tiempo, una percepción de acompañamiento inmemorial.
Eso ha de valorarse como algo muy positivo, pues viene a expresar mucho de
consustancialidad, de apego profundo al discurrir histórico de España y a la
vida de los españoles, con sus muchos y relevantes servicios al Estado, del que
desde 1844 se constituyó en uno de sus principales basamentos. Su peso
específico en la sociedad española es innegable y creciente (Servicio Marítimo,
UEI, SEPRONA, UCO…), con plena adaptación a los retos de la modernidad y una
imagen y valoración muy positivas entre los ciudadanos.
La Revista Jurídica Militar tuvo clara desde su creación esa impronta esencial o
nuclear, creando una Sección específicamente dedicada a la Guardia Civil, cuyos
sucesivos responsables han analizado normas y decisiones jurisdiccionales de
interés para su desenvolvimiento. Y no olvidemos que nuestra publicación está
enfocada al Derecho Militar, en cuyo seno no podía orillarse el tratamiento de
un instituto de naturaleza militar, carácter que ha perdurado, con buen
criterio, en los dispares regímenes políticos que se han sucedido desde que el
DUQUE DE AHUMADA lo creara. Pues en esa condición de la Benemérita encarnan las
virtudes de honor, lealtad y disciplina que la singularizan.
Mueven a preocupación las últimas noticias sobre la crisis bilateral China-EEUU,
aparentemente ceñida a cuestiones económicas, aun cuando sus razones profundas
son, con toda seguridad, más inquietantes que una pura disputa comercial o
arancelaria. Está en juego, ni más ni menos, la hegemonía mundial en los
próximos cien años, ligada a un salto tecnológico vertiginoso en el que
mantener la primacía resulta vital para los actores en liza. Cual sea el papel
europeo en esa rivalidad estratégica es algo, según muchos analistas, difícil de
atisbar con optimismo. Y no olvidemos que el gasto militar es factor decisivo en
el escenario de mudanzas técnicas sobrecogedoras en el que ya estamos inmersos.
Quien quede atrás está condenado a un papel subordinado del que será casi
imposible salir. |