El destructor republicano "José Luis Diez" se dispara a si
mismo en nuestra guerra civil. En 1941, el submarino británico "Trinidad" larga
un torpedo a un destructor alemán, el proyectil describe una curva e impacta
en la sala de máquinas del sumergible, que queda fuera de combate. En forma
análoga, el submarino norteamericano "Tang" se torpedea a si mismo en 1944,
en el estrecho de Formosa. Victimas del fuego amigo en Verdún, en la primera
guerra del Golfo,...Formas negligentes de "pegarse un tiro en el pié".
Metáforas predicables a las instituciones o formaciones sociales que por ligereza
o ignorancia se autodestruyen, fenómeno que en ocasiones hasta se genera dolosamente.
La historia ofrece ejemplos de países prósperos que entran en crisis sólo por
errores propios (Argentina) o por errores propios aparejados a la intervención
de terceros (Líbano). En todo caso, la base social y los dirigentes de una nación
son el mejor antídoto a esas derivas. También un substrato educativo y cultural
con unos márgenes de permanencia histórica apreciables, y ya no es tanto, o
sólo, el sistema educativo, también es el magma axiológico de que se nutre una
sociedad, surgido del fondo de la Historia y enriquecido en el dia a dia por
instituciones sólidas, la seguridad jurídica, vanguardias políticas y culturales
y medios de comunicación. Sin anticuerpos, los procesos de descomposición y
crisis se aceleran.
Los caudales profundos que alimentan una entraña nacional obtienen fijeza en
instituciones fuertes (las Fuerzas Armadas, por supuesto, entre ellas), esas
que evitan descender a la categoría de los Estados fracasados o fallidos. Son
los elementos nucleares del poder, anudados a una población y a un territorio.
Cuando voluntariamente se lastra esa triple condición, en cualquiera de sus
vertientes, se está en la senda difícilmente reversible de la demolición y pocos
resortes son oponibles si los que hubieran de surgir del fondo de la sociedad
están adormecidos, desmantelados o en franca regresión.
Volvamos al inicio. El suicidio no sólo aparece individualmente, también puede
protagonizarlo una colectividad. "Dispararse al pié" o "fuego amigo" en forma
consciente y voluntaria o por negligencia inexcusable y la victima es la propia
comunidad nacional, produce estupor. En el 711 parte de la élite hispanogoda
contribuye decisiva e irresponsablemente al fin de la monarquía visigótica,
en los Tratados de San Ildefonso (1796-1801) nuestra clase gobernante pone las
bases del fin de España como potencia relevante, y así "ad nauseam" en diferentes
países y épocas, dando valor universal a las presentes reflexiones.
Apunte final. Según la mitología griega, de la caja de Pandora surgieron todos
los males de la humanidad, mas acompañados por una brizna de esperanza. Pues
bien, y por seguir en el mismo terreno, las locuras de Faetón o la osadía de
Prometeo, a pesar de sus efectos temporales, topan con un valladar insalvable
y sufren las consecuencias derivadas. Confiemos.
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